Los carteles psicodelicos reflejaban estas demandas y puntos de vista en pro de estos alegatos que obtuvo su primer impulso mediante la subcultura Hippie centrada en San Francisco, California. La gente relacionó los mensajes de estos carteles que hablaban de insurrección contra el orden establecido, uniéndolos con la música rock y las drogas, dando como resultado los carteles psicodélicos.
STANLEY MOUSE:
Kelley junto con su colaborado Stanley Mouse combinan el modernismo con imágenes exóticas. Sus carteles y volantes incorporan elementos de arte decó, estilo Bauhaus, Pre-raphaelite Tarot, nativo americano, y el diseño oriental. Las letras a menudo indescifrables en su forma ondulada.
DISEÑO DE LP:
El diseño en LP se da gracias a estos tres desarrollos fueron:
1) la elaboración de la superficie disponible para diseñar 2) el crecimiento del mercado de discos, y por consiguiente de la competencia y de los presupuestos; 3) el surgimiento de una cultura musical que, a diferencia de todas las demás culturas musicales existentes, se definía principalmente a través de los discos. El empuje que le dieron estos tres desarrollos al industria de los discos produjo un objeto que se convirtió en el soporte de todos los procesos culturales posibles percibidos como revolucionarios por la conciencia general.
Los hippies se convierten en los impulsores de este cambio en la visión del mundo, que promulgaba la paz y el amor, y en la concepción de la moda. Son ellos los primeros en revolucionar la moda y crear estilos diferentes a lo visto hasta el momento, prendas de motivos irregulares y colores brillantes, que suelen hacerse con telas luminosas. Se pusieron de moda en los años sesenta a raíz del movimiento hippy. Los motivos y colores pretendían representar los efectos de los alucinógenos.
VIDEOS MUSICALES:
CINE
La década de los 70, marcada por el final de la guerra de Vietnam, alberga numerosos títulos cinematográficos influenciados por los psicodélicos efectos de la LSD.
El imperio de la psicodelia
The Love Commune, también llamada Ghetto Freaks (Robert J. Emery, 1970) y Gas-s-s-s (Roger Corman, 1970), un delirio de ciencia ficción, psicodelia y drogas, en el que se planteaba no dejar con cabeza a nadie con una edad superior a veinticinco años.
El superclásico del subgénero LSD es indudablemente The Trip (El viaje) rodada por Roger Corman en 1967. Antes de rodar este filme, Corman aseguró haber probado LSD para poder representar con precisión los efectos de esta sustancia, aunque a juzgar por el estilo psicodélico de filmes anteriores como El hombre con ojos de rayos x, habría que suponer que el director ya lo había experimentado antes, con fines menos cientificistas. En The Trip, Peter Fonda es un cineasta publicitario que decide probar el ácido, y al alucinar tiene visiones confusas en las que a veces irrumpen personajes y situaciones que parecen salidos de los filmes de la serie de Poe realizadas por Corman años antes.
Un detalle interesante de las películas sobre LSD es que a diferencia de otros filmes sobre otras drogas (marihuana, heroína, cocaína, opio) sus directores están a favor del uso del alucinógeno.
No podemos dejar de mencionar las delirantes películas de Alejandro Jodorowsky, el «Jodo», auténticas obras maestras del género lisérgico que fascinaron en su momento a John Lennon y que aún hoy son aclamadas por ídolos populares como Marilyn Manson.
El topo (1971) tiene como protagonista a una mujer que se presentó un día en casa del «Jodo» sufriendo por haber tomado una gran cantidad de LSD. Nunca más se supo
de ella. Un reparto desconocido, con el propio director asumiendo el papel principal, cimienta un western surrealista, atestado de simbolismo, con personajes como un hombre sin piernas subido a otro sin brazos y que se odian recíprocamente. La cinta encandiló a estudiantes, usuarios de LSD y adeptos a las películas mentalmente estimulantes.